Aiki Chamánico al inicio

En el Aiki Chamánico, comenzamos con lo que parece un arte marcial poderoso, en cuanto a defensa personal corresponde, pero pronto empieza a parecer una danza marcial, con torceduras en todos los ligamentos llevando al cuerpo del practicante a un estado de mejoría en la salud, estímulo a la circulación, flexibilidad y resistencia. Todo esto a través de una disciplina de movimientos y caídas elegantes, mientras se aprende a sentir la energía, primero la física como las fuerzas tangenciales o centrífuga y centrípeta, hasta llegar a "proyectar energía" ayudado por el sable de madera o "boken" y el "Jo" o bastón de madera. Una vez lograda la armonía en los movimientos a través de una memoria kinestésica que permita moverse sin pensar, estamos en camino de lograr avances en el "ver", para lo cual se necesita moverse sin pensar como preámbulo para sentir y "ver" el Ki o la energía. Ya luego vendrán las Magias Chamánicas a darnos el control y la forma de manejar esas energías.

muestra de algunas técnicas por el fundador del aikido
http://www.youtube.com/watch?v=98yRuBkUBGQ

En el Aiki Chamánico la mezcla de dos tradiciones milenarias en torno a la energía, nos lleva de la mano hasta lograr controlar las Magias que a través del ver energía nos permitirán manejar poderes chamánicos. Hay quiénes manejan que los poderes chamánicos son cosa del pasado, pero si nos damos cuenta que nuestra naturaleza es la de un perceptor, llegamos a la conclusión de que desarrollar nuestra percepción es desarrollarnos a nosotros mismos, entonces ese desarrollo de la percepción pasa por el poder de manejar de formas diferentes nuestra energía.
Entonces el primer paso en el desarrollo de nuestra percepción y de nuestra energía es ver lo que vamos a aprender a manejar y luego desarrollar. De ahí que el primer paso es enseñarle a nuestro cuerpo a percibir con la vista nuestra energía, lo que nos convierte en videntes. Aunque hay Magos que han logrado manejar la energía sin ver, lo que es cierto es que pueden sentirla y manejar distintos poderes chamánicos a partir de prácticas chamánicas auténticas y no de la "chotequiza", que son los rituales sin sentido que se les enseña a los "legos" y ajenos a las poblaciones indígenas. Un ritual sin su base energética, no sirve de nada. Un "vidente" que no ve energía es un simulador y un charlatán. Lo mismo sucede para un practicante de Aikido que no "siente" o ve el Ki, no lo ha practicado con la suficiente profundidad para ser Practicante Avanzado o Maestro.
Ya lo dijimos y señalamos ejemplos de lo que tiene que aprender el principiante para ser considerado vidente. Un vidente siente cuando está frente a otro vidente o frente a un Avanzado o frente a un Chamán o frente a un Maestro de Chamanes. Si no lo sientes, no eres ni una ni otra cosa y no habrá augurios ni señales a tu alrededor.    

Los Gigantes de Tula o Tolan o Atlántida o Atlantes de Tula

Los gigantes de Tula han sido confundidos con gigantes del Thule o Atlántida, de ahí que también se les conozca como los "Atlantes de Tula". Pero en la tradición tolteca, se les conoce como "guerreras" de la segunda atención, que siguen "vivas" en la segunda atención o atención del "nagual". De ahí que los veladores reporten haberlas visto "caminar en la noche". Al parecer son un grupo de "ensoñadoras",  o sea "guerreras solares" que practican el "Arte de Ensoñar", y que se apoderaron de las piedras que componen el conjunto  escultórico, para trascender "más allá del cuerpo biológico", hacia un cuerpo más resistente de piedra, que para los chamanes del Aiki Chamánico es proyectar al "gemelo solar" hacia la fijeza de la segunda atención en un objeto de piedra, maniobra que para un vidente representa visiones en la cercanía de tales objetos. Misterios como tal de las "guerreras ensoñadoras", conocidas como los "Atlantes de Tula", recorren toda la geografía de Mesoamérica.
Un Chamán puede percibir el vuelo placentero del ave atrapada en un objeto de barro cuya única señal es la cabeza apenas desdibujada de un ave, trabajada por otro chamán del pasado prehispánico. Pero al ave atrapada en su vuelo en la figura de barro, percibida por el chamán puede "cargar de energía" si la sensación del vuelo es placentera. Si no es así, entonces la sensación es negativa y los "sentimientos" del Chamán receptor son de debilidad o negatividad ante el objeto. Sin embargo la recomendación es no andar jugando con las creaciones del pasado, pues un objeto del pasado pudo haber sido "embrujado" para robar energía por brujos que todavía "existen" en la segunda atención, como para "evolucionar" energéticamente en formas incomprensibles para el ser humano común.  

Una vista cotidiana de "Los Atlantes de Tula", en realidad "guerreras solares ensoñadoras“:

http://www.youtube.com/watch?v=felE2Nr_nU0  

Las Metas de los Chamanes

Los Chamanes se presentan Metas de desarrollo de su energía. Primero para poder sentir la energía, luego para poderla ver, inmediatamente después para saberla utilizar en sus distintas vertientes, entre las que se encuentra el saber directamente del universo o el manejar el Gemelo Solar. El saber directamente   del universo se logra manejando la energía en sus hilos del conocimiento que llegan hasta nosotros. El preámbulo es el silencio. Por eso se le ha llamado el conocimiento silencioso, pues para poder acceder al conocimiento directamente del universo, hay que lograr primero el silencio.
Para ello hay distintas técnicas del chamanismo, una de ellas es la meditación, que poco a poco le lleve al Chamán primero a detener el diálogo interno y después a entrar en la oscuridad que le permitirá ver energía. La forma de percibirlo es como se señaló en una entrada previa, pero la más profunda y la que permite ver y sentir los hilos de energía del conocimiento, es cuando se perciben las fibras del mar de la conciencia. Estas son corrientes blanquísimas de energía que fluyen sin cesar con una potencia increíble   y originaria. Se percibe como el universo se recrea continuamente. En ese mismo plano esta la percepción de las esferas de luz amielada que forma el cuerpo energético de los seres vivos. Cuando el Chamán ha cubierto esas metas entonces se halla a un paso de percibir directamente el conocimiento del universo. 

El Aiki Chamánico y la Luz

En el Aiki Chamánico el ver luz no es una metáfora. La energía aparece como una luz líquida que circunda todo alrededor nuestro. Se ve la energía tal como fluye en el universo. No hablamos de una metáfora marina de ser un "Faro de Luz" enmedio de la oscuridad que guía a los perdidos en el mar del conocimiento. Decimos literalmente que un preámbulo para el manejo del poder es el ver luz como energía líquida pues esa energía es la fuente que sostiene al poder y la forma de manejar la energía es parte del ejercicio de cualquier poder Chamánico.
Aquí no hablamos de simbolismos, pues los tontos obsesionados por una derrota sufrida por ellos en una huelga intrascendente los ha llevado a embaucar al Papado del Vaticano en un falso debate ideológico, cuando debería tomarlo como es: un diálogo de civilizaciones hacia una teología de síntesis.
Nada más que la diferencia entre esas discusiones es que el Aiki Chamánico parte del ver energía como un hecho vital para recuperar el bienestar, la salud, la fortaleza y el viaje por la conciencia, que es un viaje a las estrellas, pues al formar parte de la conciencia universal, tenemos permitido viajar por ella. Al partir de ese hecho "Los Guerreros Solares", logramos convertirnos en uno mismo con nuestro Gemelo Solar y lograr hechos que pueden calificarse de sobrenaturales por los testigos comunes.

El Aiki Chamánico y el ver energía

En el Aiki Chamánico, la energía comienza a verse como un halo alrededor del campo visual, muy parecido ese halo al logo de muchas de las escuelas de Aikido. El mismo logo del Aiki Chamánico lo muestra en esos jirones azules alrededor de una espiral amarilla, pues es un Ki azul alrededor del campo visual, por lo que es importante vigilar esa área cada vez que se entrena.
Ese halo, se logra a través de la disciplina o a través de la transmisión del poder por parte de un maestro que maneje ya la energía. Por eso es importante el "consenso kinestésico", pues es el preámbulo para el "consenso energético", que se logra en la práctica en grupo. Este "consenso" permite que grupalmente se vayan logrando metas de chamán. Esa energía es conocida también como "Intento" o "Chi" en otras tradiciones y su relación permite la aparición de otras energías o de otros fenómenos del poder.